Emprender para ser feliz (un post muy cursi a pesar de ser mío)

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Todo el que me conoce sabe que odio esa moda de las frases de autoayuda barata. No solo me parece cansino. También creo que decir «Hoy puede ser un gran día, solo depende de ti» es una gran mentira. Pueden pasar muchas cosas que hagan que un día sea el peor día de tu vida que no dependen de ti. Y sin embargo este post me va a quedar de lo más Mr. Wonderfull. Pido disculpas por ello.

Hace ya año y medio que mi hermana Lorena organizó la actividad estrella de la despedida de soltera de mi amiga Rosita. Fue mi primer escape room: la sala bunker del Fox in a Box de Madrid. Aquel juego sembró una semilla en mi cabeza y ya no hubo forma de sacarla.

Si a estas alturas de la vida no sabes lo que es un escape room te lo cuento en este párrafo. Si ya lo sabes te lo puedes saltar. El escapismo en vivo es un juego de equipo. En una habitación ambientada el grupo tiene una hora para conseguir un objetivo (que suele ser salir de la habitación). Lo conseguirá resolviendo enigmas, siendo observador y sabiendo trabajar en equipo. En el bunker, por ejemplo, teníamos que desactivar una bomba para evitar una hecatombe nuclear en plena guerra fría. El juego tiene un guía, el Game Master, que puede ver, oír y hablar sin ser visto. Estos juegos nacieron en el norte de Europa y se han extendido como la pólvora. Hasta los protagonistas de The Big Bang Theory jugaron en una ocasión en la serie.

Lo que pasó aquel día en Madrid es que pensé que yo disfrutaría trabajando en un lugar como ese, supongo que porque soy una freak de narices. Y para la buena verdad en ese momento de mi vida mi actividad como autónoma se había reducido bastante. Hablé de esta idea con mi amigo Helio, porque se que él es más emprendedor que yo, y porque su nombre sale en la tabla periódica y eso mola un montón.

Helio vio claro que la empresa 700 gramos debía entrar en el tinglado si queríamos que todo quedara de lujo en un tiempo aceptable y dentro de presupuesto. Así resultó que Enigma Game es cosa de 6, o mejor, de 3×2: Vero y Helio (Eneltia), Rober y Raúl (700 gramos) y Pepe y yo. A partir de ahí empezó el caos. Si alguno de vosotros tiene una sociedad entenderá que este camino no ha sido fácil. Hemos tenido buenos momentos, pero ha habido momentos en que los hubiera matado a todos. Claro que sin duda ha habido más momentos en los que todos ellos se hubieran amotinado y me hubieran matado a mí, probablemente con razón. Y sin embargo ahora veo claro que Helio tenía razón, porque Enigma no hubiera sido lo que es ahora sin todos nosotros. Y eso hubiera sido una mierda porque es sencillamente perfecta.

Cuando estuvimos probando la sala ya comprobé que no me equivocaba: es un trabajo que voy a disfrutar. No paro de pensar en que, aunque el camino no ha sido fácil, crear una empresa para trabajar en algo que vas a disfrutar merece muchísimo la pena y, también, que tengo mucha suerte porque no creo que pueda llegar a aburrirme trabajando. Claro que siempre he sido incapaz de hacer cosas que me aburren, cosas como ver todos los capítulos de una serie infinita, memorizar cualquier cosa o leerme los infumables libros de Las Torres de Malory. Así que os recomiendo que hagáis lo posible por no aburriros. Un buen método puede ser jugar en nuestra primera sala. Es futurista, hemos metido astronomía de la buena y ha quedado de la leche. Os esperamos con vuestros amigos, o con vuestros compañeros de curro, con vuestra familia o con vuestro equipo de baloncesto en la calle terriza 4, en Almería, claro. La diversión está garantizada.

 

 

 

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